martes, 14 de abril de 2009

ÁRBOLES SOLITARIOS


Los árboles han sido siempre par mí los predicadores más eficaces. Los respeto cuando viven en los pueblos y familias, en bosques y florestas. Y todavía los respeto más cuando están aislados. Son los solitarios. No como los ermitaños, que se han aislado a causa de alguna debilidad, sino como hombres grandes en su soledad, como Beethoven y Nietzsche. En sus copas susurra el mundo, sus raíces descansan en lo infinito; pero no se pierden en él, sino que persiguen con toda la fuerza de su existencia una sola cosa: cumplir su propia ley, que reside en ellos, desarrollar su propia forma, representarse a sí mismos. (Hermann Hesse, El caminante)

1 comentario:

ángel dijo...

(Traducción simultánea):

La “religión del árbol predicador”
respeto al fuerte vs desprecio al débil
El árbol como símbolo ...
El árbol como espejo de las propias ambiciones y deseos ...
El árbol como símbolo de la ley de su mundo interior ...


(Desde un cierto punto de vista):

Sin ambición y sin el deseo primario de autoafirmación el hombre no sobreviviría, pero el exceso también entraña sus peligros. El hombre que desea hacerse un ego muy acusado, que necesita destacar, triunfar de una forma u otra, y diferenciarse rotundamente de sus semejantes con los que entra en fuerte competición, no tiene necesidad de aislarse por la sencilla razón de que ya vive aislado en su visión unilateral. Roto el diálogo del yo con el mundo, este es para él sólo el tablero de su “partida de poder”. Este hombre es el ideal sobre el que se construyeron los Estados Unidos de América (entre otros), muchos de cuyos “padres” fundadores y continuadores han sido y siguen siendo grandes “admiradores” de los “grandes árboles”.

Hesse en su camino hacia el sí mismo no busca al hombre sino al “superhombre”. Este gran solitario, con esta gran urgencia de encontrarse, fue un ermitaño gran parte de su vida y no es por casualidad que denunció los peligros del nacionalismo, ese “ego acusado y excesivo” de las naciones.

Saramago dice algo así como “nosotros somos el puente hacía el ser humano que está por llegar”, el ser humano, no el “superhombre” ¿cuál es la diferencia?...



Espero que este “ser humano que está por llegar” pueda dar un paso cognitivo más hacía el ser individual de árbol, sin negar su propio ser, y no percibirlo como un mero reflejo de sí. Y una vez confirmada la presencia del otro, decida convivir con él en vez de talarlo para demostrar que sigue siendo el más fuerte o de descuidarlo, incluso maltratarlo, por considerarlo más debil y fragil de lo que él en su ensueño lo había concebido.