Escucho el grito doliente de los Ogoni:
lloran a los pájaros que ya no cantan al alba;
escucho los cantos fúnebres por los árboles
cuyas ramas se marchitan a la luz de las llamas de gas,
cuyas raíces yacen en tumbas estériles.
Los arroyos rebosantes ya no gorgotean,
su cosecha flota sobre aguas envenenadas por derrames de petróleo.
¿Dónde están los antílopes, las ardillas, las sagradas tortugas,
los caracoles, los leones que recorrían esta tierra?
¿Dónde están los cangrejos, los caracoles marinos, los berberechos, las gambas
y todos los que encontraban un santuario en los bancos de barro,
bajo las raíces protectoras de los mangles?
Escucho en mi corazón los aullidos de la muerte
en el aire contaminado de mi amada tierra;
entono un canto fúnebre por mis hijos,
por mis compatriotas, por su progenie.
poema del novelista nigeriano Ken Saro Wiwa, que fue condenado a muerte y ejecutado en su país, en 1995
lunes, 22 de marzo de 2010
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2 comentarios:
Precioso poema y hermoso blogo. Te/os enlazo. No sabía que había tantos árboles por aquí... y con gato.
Me pregunto, la película de Avatar calará en los millones de personas que la han visto o como decía mi compañera Charo se les olvidará en cuanto salgan del cine. Esperemos que no, así nos quedará menos trabajo para los que luchamos por la pachamama, sobre todo en esta nación con tan poca conciencia.Carbol os desea toda la salud
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