martes, 2 de marzo de 2010
YEDRA, LA DAMA DEL BOSQUE
A lo largo de muchos años hemos ido viendo esta hiedra abrazando el tronco del viejo tejo y conviviendo con él. Una imagen emblemática de coexistencia que alguien ha quebrado creyendo sin duda que hacía un gran bien al árbol liberándolo de la "malvada" hiedra. Si este bienhechor se hubiera preocupado de mirar alrededor hubiera comprendido que hacía un flaco favor a la selva que lo cobijaba. Además de su fuerza estética, la hiedra tiene un papel fundamental en estas biescas, en las que cada árbol tiene su enredadera sin que ello suponga ningún problema de conservación. Todo lo contrario, el ritmo cambiado de esta enredadera que frucifica en primavera, facilita la existencia de poblaciones de aves que en esta época tienen poco alimento disponible. Son los mismos pájaros que resultan fieles aliados del tejo y su cortejo de árboles y arbustos, diseminando en otoño sus semillas. Lo mismo sucede con las flores que alimentan a los fecundadores del bosque en la difícil época otoñal en la que la yedra florece con profusión.
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2 comentarios:
¡qué pena! duele ver ese abrazo roto.
Ana
va desastre, que poca sensibilidad, en realidad es como que han cortado una rama del tejo.
carlos
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