Padre, decidme qué le han hecho al río que ya no canta.
Resbala como un barbo muerto bajo un palmo de espuma blanca.
Padre, que el río ya no es el río.
Padre, antes de que llegue el verano esconded todo lo que esté vivo.
Padre, decidme qué le han hecho al bosque que ya no hay árboles.
En invierno no tendremos fuego ni en verano sitio donde resguardarnos.
Padre, que el bosque ya no es el bosque.
Padre, antes de que oscurezca llenad de vida la despensa.
Sin leña y sin peces, padre tendremos que quemar la barca,
labrar el trigo entre las ruinas, padre, y cerrar con tres cerrojos la casa
y decía usted...
Padre si no hay pinos no habrá piñones, ni gusanos, ni pájaros.
Padre donde no hay flores no se dan las abejas, ni la cera, ni la miel.
Padre, que el campo ya no es el campo.
Padre, mañana del cielo lloverá sangre.
El viento lo canta llorando.
Padre, ya están aquí...
Monstruos de carne con gusanos de hierro.
Padre no, no tengáis miedo, y decid que no,
que yo os espero.
Padre, que están matando la tierra.
Padre, dejad de llorar
que nos han declarado la guerra.
(Joan Manuel Serrat)
jueves, 19 de agosto de 2010
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2 comentarios:
No es un ..... pero; sus historias y libros "regalan" más que piden.... extraño la relación de los hongos, de las setas, de los micelios con "el árbol", a veces todo es uno, árbol-micelio-seta, otras veces se enemistan con el árbol o se alían con él hasta convertirlo en humus,la magia de los árboles, igual que en un buen espectáculo de ilusionismo termina SIEMPRE con un Gran Final, sorprendente, apoteósico y asombroso. Agur bero bat.
Es precioso el poema, es verdaderamente un grito interior porque como dice quien me ha precedido, todos somos UNO pero parece que no nos enteramos cuando se amenaza la Vida.
Un cordial saludo.
(de la madre de un conocido, Felipe Castilla Lattke) Elisa
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