sábado, 28 de diciembre de 2013

¡DESCUBRIMIENTO HISTÓRICO! HUBO POLÍTICOS HONRADOS QUE SE OCUPABAN DE POLÍTICAS ESENCIALES II

CARTA DEL PRESIDENTE POMPIDOU A SU PRIMER MINISTRO M. Chaban-Delmas. 17 JULIO 1970 Mi querido Primer Ministro, he tenido conocimiento, por pura casualidad, de una circular del ministerio de la que le hago llegar fotocopia. Esta circular, presentada como un proyecto, ha llegado ya a numerosos funcionarios encargados de su aplicación, puesto que ha sido uno de ellos quien me la ha hecho llegar. Me sugiere dos reflexiones: la primera es que el Consejo de Ministros se ocupa a veces de cuestiones menores, tales como el aumento de unas dietas para determinados funcionarios, mientras que cuestiones importantes son decididas por los servicios centrales de un ministerio, fuera de todo control gubernamental; la segunda es que a pesar de que en numerosas ocasiones he manifestado en consejo de ministros mi voluntad de salvaguardar por todas partes los árboles, esta circular demuestra la profunda indiferencia respecto a los deseos del Presidente de la República. Se deduce, en efecto, que la tala de árboles a lo largo de las carreteras se hará sistemáticamente bajo pretexto de la seguridad. Pero hay que señalar que por el contrario no se considera sino con mucha prudencia y a título de simple estudio, el desplazamiento de postes eléctricos o telegráficos. Es que para esto hay administraciones que los defienden. Los árboles no tienen, al parecer, otros defensores que yo mismo y tal parece que esto no cuenta. Francia no existe únicamente para permitir a los franceses circular en coche y sea cual sea la importancia de los problemas de tráfico, no podemos acabar desfigurando su paisaje. Por otra parte, una disminución duradera de los accidentes de circulación sólo puede conseguirse mediante la educación de los conductores y la instauración de normas simples y adaptadas a la configuración de la carretera, y a pesar de todo, la complicación parece buscarse a propósito en todas las formas de señalización. También sería deseable que las reglas en materia de alcoholemia fuesen menos laxas y recuerdo a este respecto que el gobierno se ha apartado de la posición que inicialmente mantenía. La salvaguarda de los árboles plantados al borde de las carreteras –y pienso en particular en las magníficas carreteras del Midi bordeadas de plátanos- es esencial para la belleza de nuestro país, para la protección de la naturaleza, para la salvaguarda del medio humano.(…) La autovía se destinará a los transportes que no tienen otro objeto que la rapidez. La carretera debe volver a ser para el automovilista del fin del siglo XX lo que era el camino para el peatón o el jinete. Un itinerario que se emprende sin prisa, aprovechando para ver el país,¡que se preserva de la destrucción sistemática de todo lo que lo hace bello!

1 comentario:

la libélula dijo...

Hoy, en "El bosque Encantado", radio 3, he escuchado parte de este relato de Manuel Azaña. Me gusta saber que han habido políticos honrados que aman la naturaleza. ¿Y ahora qué? ¿Y ahora quién?
Soy lali.belula@hotmail.com
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