sábado, 12 de abril de 2008

SI QUIERES AGUA PLANTA ÁRBOLES

Fuente al pie del haya en Aralar.

En 1910 aparece la primera edición de esta "Cartilla del árbol" que escribía Martín Chico, auténtico maestro de maestros, para introducir el árbol y sus culturas en el mundo de la escuela. En 2005, dos asociaciones punteras en la protección de árboles y bosques, AEA y ARBA, lo reeditan atendiendo a su modernidad y evidenciando la falta de una herramienta similar adaptada a nuestros días.
La modernidad de este libro es soprendente y pone una vez más de manifiesto, en el tema del agua, que aprendemos poco y nos enfrentamos a los mismos problemas generación tras generación. Leyendo a Martín Chico, quien denuncia ya que la falta de árboles en las montañas es la causa de inundaciones y sequías, nos damos cuenta de que el problema de la falta de agua no es una cuestión de travases si no de crecimiento y desarrollo sostenible. Tampoco se soluciona con gigantescas obras, infraestructuras, pantanos o grandes desaladoras que favorecen como siempre la industria insaciable del cemento y la construcción. Por contra en el bosque se encuentra una solución mucho más efectiva, barata (quizá por ello no interesa) y duradera. Pero veamos algunas de las máximas que escribía Martín Chico:

"Las grandes masas de arbolado detienen el agua de las lluvias, que lentamente se filtra en el terreno, y disminuye la evaporación interceptando el paso de los rayos solares y de los vientos."

"La historia de las terribles inundaciones coincide con la historia de la tala de nuestros montes".

"Si contemplas el valle fecundo y surcado por mansas corrientes, alza la vista y hallarás el monte poblado de árboles".

"Si retienes la gota de agua en las alturas, habrás vencido la inundación en el valle, transformando a la vez el escaso manantial en fuente copiosa."

Etc. etc. pero tampoco Martín Chico decía nada nuevo, este conocimiento es casi tan antiguo como la humanidad y tan solo se limitaba a recordar lo que una y otra vez olvidamos. Por eso urge llamar las cosas por su nombre y recobrar la memoria de lo que significa el árbol en nuestros paisajes y en nuestro planeta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El árbol busca el agua
y el agua busca al árbol.
¿quién busca al hombre?

Anónimo dijo...

como asi?