jueves, 12 de marzo de 2009

NEVET, EL BOSQUE PROFUNDO


La aguja de la capilla de Saint Pierre, sobresaliendo en el bosque de Nevet en Bretaña. Un németon (antiguo bosque sagrado) aún en funcionamiento a juzgar por las tradiciones y recorridos rituales de circunvalación que aún se practican en conmemoración de la vida y muerte de San Ronan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"El caminante errante al pasar por las cercanías del bosque contempló la aguja de la capilla, pues sobresalía por entre el espeso follaje, e imaginó que se trataba del blanco cuerno del unicornio, el cual dormitaba placidamente sentado en el regazo de la negra tierra, mientras digería el pasto de las inmediaciones, a veces dulce a veces amargo pero siempre tan nutritivo.

El blanco cuerno de piedra parecía querer marcar un centro en el claro del bosque oscuro, como si la densificación de la madera viva del árbol diera en volverse huesos de la tierra y recordó las viejas historias escuchadas en la lejana Irlanda, dónde los jóvenes druidas, formados también en las escuelas del cristianismo imperante, alzaban al regreso a sus lugares de origen sus hermitas de altivos campanarios y afiladas agujas con objeto de llamar a la voz del cielo, de aquí a una parte distante y silenciosa.

Perdido y reencontrado en el vericueto de caminos alcanzó al fin la pequeña capilla, cruzó su puerta y en la oscuridad escuchó en silencio los sonidos de la luz, como un recuerdo desvaido de la antigua música del tiempo, la vieja música de las esferas.

Atravesó de nuevo el umbral y reingresó a la luz del mundo con sus sentidos renovados. Se admiró de la frondosidad del paisaje y se deleitó con el rumor del viento en sus hojas, pero no detuvo sus pasos. La cercanía del solsticio de Verano le convocaba a otras gentes y a otros lugares..."