domingo, 21 de diciembre de 2008

TABLAO Y BRAÑANOVELES SE QUEDAN SIN SUS MONUMENTOS NATURALES






Primero fue la Fayona de la Braña: Allá por los años 60, los adolescentes de Tablao y Brañanoveles, en nuestro tiempo libre, visitábamos este monumento natural lo mismo que hicieron nuestros padres y abuelos en su juventud. El motivo de la visita era saber cuantos chavales eran necesarios para abrazar a tan majestuoso árbol.
Recuerdo que por aquellos años eran necesarios cinco o seis neños para abarcar su enorme tronco.
Un día aparecieron por el pueblo los serraores o leñadores, llamados por aquella época ‘los santanderinos’, que con sus enormes tronzadores redujeron a astillas la imponente Fayona de la Braña, privándonos a nosotros y a nuestros hijos para siempre, de aquel juego tan peculiar.
En segundo lugar la Faya de la Berruguina: Hermoso árbol centenario, no tan impresionante como el anterior, pero de enorme valor para nuestros padres, abuelos y bisabuelos. Se encontraba entre los dos pueblos, muy cerca de las casas. No la usábamos para nuestros juegos como la anterior. Por aquel entonces, lo mismo Tablao que Brañanoveles, eran pueblos mineros donde todos los habitantes trabajaban en las minas, por tal motivo, muchos de ellos cogían la temible silicosis, para la cual no existía entonces medicación alguna. Por este motivo recuerdo como en mis años de adolescencia aquel árbol, por su situación, lo usaban los enfermos de silicosis y asmáticos para aliviar sus crisis; se refugiaban bajo sus espesas ramas, utilizándolo como botella de oxígeno para reponer sus enfermos pulmones.
Allá por los años 70 un huracán que creo que por aquellas fechas no les ponían nombre, nos lo arrancó de raíz, privándonos para siempre de su sombra y misión terapéutica.
Tercero, el Tejo de Santa Bárbara: Hermoso ejemplar y último monumento natural. Centenario como los anteriores, venerado por el pueblo y visitantes por su porte y majestuosidad. Llamado Tejo de Santa Bárbara por dar cobijo y refugio a la pequeña ermita del mismo nombre que data del siglo XVIII.
Mi recuerdo de la niñez es que al encontrarse cerca del colegio donde cursábamos escuela primaria, a la hora de los recreos, trepábamos a lo más alto de su copa deslizándonos por sus ramas como si fuese un enorme tobogán, esto lo hicieron nuestros padres, hijos y nietos y el tejo aguantó.
Por los años 70, una aparatosa tormenta, dejó caer un rayo en su alta copa abriéndola en dos, con el paso del tiempo sus heridas cicatrizaron y se recuperó, siguiendo tan esbelto y majestuoso.
Pero hoy, 12 de diciembre de 2008, nuestro viejo y hermoso tejo no pudo aguantar el envite de las motosierras que a las órdenes de una empresa eléctrica, acabaron con el orgullo de de Tablao y Brañanoveles de tener el tejo más guapo de Asturias. Hoy los vecinos contenemos nuestro dolor y rabia contemplando las grandes y graves heridas hechas a nuestro magnífico y grandioso tejo, de las cuales creemos no podrá recuperarse nunca más.
Por todo esto, vecinos y devotos de Santa Bárbara, pedimos justicia para tanta injusticia y que casos como este nunca más ocurran.


Germán Álvarez Velasco, vecino de Tablao

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