domingo, 7 de junio de 2020

MEMORIA DE OLMA

Como el Olmo de Bossost, cientos y cientos de viejas olmas en las plazas y santuarios de los pueblos, fueron el punto de encuentro de la comunidad de vecinos durante generaciones... las raíces se extendían por debajo de las casas por todo el pueblo, dicen aún en muchos lugares y añaden a veces que el árbol era tan viejo como el pueblo. Y aunque casi todos han muerto víctimas de grafiosis y malos tratos, unos pocos supervivientes continúan dando sombra y aliento como si la tradición se resistiera a morir. De estos ejemplares resistentes, el Ministerio de Medio Ambiente y la Universidad Politécnica de Madrid, han conseguido clones para devolver el olmo a las plazas y los campos de los que habían desaparecido. Iniciamos un proyecto de recuperación de la memoria de estas viejas olmas y sus significados. Intentaremos editar un libro que recoja las ubicaciones de estos ejemplares totémicos y los poemas, tradiciones e historias que han inspirado. Podéis participar como en un crowdfunding de memorias y sentimientos, aportando las imágenes e informaciones de los árboles que queréis recordar. Basta que pongáis un comentario en el blog con vuestro correo electrónico y me pondré en contacto. Se trata en fin de hacer un compendio de la memoria colectiva de nuestras olmas queridas, esperando que sirva de excusa para devolverlas a sus lugares de origen.

5 comentarios:

Eli dijo...

¡ Un precioso proyecto Ignacio , esperamos poder colaborar un poco más !

Eva dijo...

Hola Ignacio,

soy una enamorada de los árboles y los bosques. Tengo la enorme suerte de vivir al lado de uno. Hace poco me puse a leer sobre árboles y bosques y descubrí tus libros y estoy fascinada con el título y la propuesta de "el gran árbol de la humanidad" pero llevo un tiempo buscándolo y es imposible, esta descatalogado en todos sitios. Hay alguna edición en ebook o alguna forma de acceder a él? mil gracias por ésto y por poner palabras a algo tan poco de palabras.

Putri Adiratnaa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Lucia Terol dijo...

Hola Ignacio,
Soy de esas personas que ha nacido en ciudad y no tiene un árbol de pueblo concreto que recordar.
Aun así he buscado siempre la naturaleza, algo que sin haberlo vivido de nacimiento, siento como casa.
Me encantaría hacerte una entrevista para un pequeño programa que tengo y así difundir esta iniciativa que veo tan bella. Te dejo mi e-mail info@sencillezplena.com

AltoValle dijo...

Cada día más enamorada de la naturaleza, de los bosques, a quienes, entiendo en lo profundo , pertenezco, mi vida ....la paz, el cobijo que no ofrece un árbol, el diálogo único que podemos llegar a tener a sostener...sólo deseo que en mi vida haya árboles, muchos, como estas viejas olmas que se resisten a la muerte, la utopía anida en sus ramas, en sus frondas y ...afortunadamente, existen seres en el mundo que lucha por la vida, junto a ellas...que la naturaleza os guarde siempre!!Felcitaciones desde el sur del sur ...Argentina